Pasada la media noche, golpean las puertas de mi morada, la servidumbre toda descansa solo yo quedo en pie, me dirijo hacia la puerta, solo la abro unos centímetros, descubro bajo sus negros ropajes al señor de los recuerdos pasados, no le basto mas de un segundo para implantar en mi mente bellos pasajes de una vida anterior, es así como logra entrar, pero al poco tiempo, me clava una puñalada mortal de viejas mentiras y traiciones, de pronto siento un ruido estremecedor, dos torres de mi castillo son derribadas, una muy cercana al centro, de una arquitectura magnifica, de cimientos y base muy resistente, pero cae, la otra no muy lejana cae junto a esta, piezas claves son destruidas y borras de mi mente.
Estas melodías de penumbra y melancolía puestas en mi mente me hacen pensar en una pequeña torre, una especial y fantástica torre, en la cual todos los días me retiro hacia ella, en búsqueda de paz pero a la vez entretención, en ella se encuentran una gran variedad de espejos en los cuales me veo reflejado, juego con mis yo reflejados en estos, en la parte superior de esta, un espejo gigante que no me refleja, solo se ven unos bellísimos ojos que deslizan una pequeña sonrisa interior, esta pequeña torre, no se encuentra cien por ciento apegada a mi castillo pues solo es sujetada por una débil roca, es como si flotara en el aire, de hay mi preocupación, no quiero, y pensé erradamente en la mentira de esta torrecita, lo que genera en mi una terrible tormenta de suposiciones y teorías, pues la mentira ya no es tolerada y no permitiré que mas partes de mi castillo sean derribadas por esta.
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